LA PLASTICIDAD CEREBRAL EN LA REHABILITACIÓN DEL ICTUS
La plasticidad cerebral es la capacidad que posee nuestro cerebro de cambiar continuamente, adaptándose al entorno, a las circunstancias y a las experiencias que vivimos a lo largo de toda nuestra vida.
Esta función del cerebro hace que las neuronas regeneren una y otra vez las conexiones que las unen, cambiando al propio cerebro y proporcionándonos la capacidad de solucionar los problemas a los que nos enfrentamos y las vivencias que recordaremos en un futuro.
Esto hace que, por ejemplo, cuando aprendemos a tocar un instrumento, un idioma o cualquier otra habilidad, ese grupo de neuronas se vuelvan más eficaces, necesitando menos recursos cada vez que hagamos esa actividad.
AHORA BIEN, ¿QUÉ OCURRE EN UN CASO DE ICTUS?
El ictus o infarto cerebral es la falta de riego de sangre en el cerebro y ésta se puede producir por isquemia (disminución del flujo de sangre debido a un bloqueo de los vasos sanguíneos) o hemorragia (rotura de los vasos sanguíneos).
En ambos casos, el paciente sufrirá probablemente deterioro del lenguaje, de la atención y la memoria, entre otros, así como problemas físicos y afectivos. La recuperación del paciente dependerá de:
- Su edad. A menor edad, mayor capacidad de plasticidad cerebral y recuperación.
- Su reserva cognitiva. A mayor actividad cognitiva a lo largo de la vida del paciente, tendremos mejores expectativas en la rehabilitación cognitiva.
- La cantidad de tejido dañado. A mayor cantidad de tejido dañado nuestras expectativas de recuperación se reducen.
- La rapidez de recuperación. Que incluye tanto al metabolismo del propio paciente, el sistema inmunológico y los mecanismos de reorganización cerebral.
- Los factores ambientales. Como la rehabilitación cognitiva, una buena dieta o el papel de la familia del paciente.
PERO, ¿EN QUÉ CONSISTE LA REHABILITACIÓN COGNITIVA DEL ICTUS?
En el caso de la rehabilitación cognitiva, el papel del neuropsicólogo se centra en predecir qué funciones cognitivas están deterioradas o ausentes después del ictus. Cuanto antes empiece el tratamiento después de su estancia en el hospital mayores ventajas tendremos, porque contamos con más tiempo para poder rehabilitar al paciente. A partir de aquí, una rehabilitación óptima suele durar entre dos y tres años, dependiendo del caso.
Primero se estudia su caso con el informe neurológico del paciente y después se evalúa su deterioro cognitivo con tests y otras pruebas, realizando un plan de intervención personalizado y centrado en aquellas funciones cognitivas que puedan mejorar entrenándose. Todo ello, unido a la propia capacidad del cerebro para regenerarse, determinará la calidad de la propia rehabilitación.
Dicho entrenamiento consiste en trabajar en sesiones cercanas a una hora de duración con láminas, programas de ordenador, materiales y actividades específicas para cada una de estas funciones, de las cuales destacamos:
- La atención
- La percepción
- La memoria
- La orientación
- Las funciones ejecutivas
- El lenguaje
- Las praxias
- La capacidad visuoespacial
BENEFICIOS DE LA REHABILITACIÓN COGNITIVA
- Favorece la recuperación de funciones. La recuperación de la función deteriorada entrenándola directamente. Lo que conocemos como restitución de la función.
- Favorece la recuperación de objetivos. Cuando consideramos que esa función está tan deteriorada que es muy difícil de rehabilitar, nos centramos en recuperar objetivos concretos empleando funciones distintas. En este caso los mecanismos que emplearemos serán la compensación y la sustitución.
- Mejora el estado afectivo y conductual del paciente, su relación con el entorno familiar y social más cercano, y su capacidad para afrontar la vida después del daño cerebral.
- Mejora su autonomía en el ejercicio de las actividades de la vida diaria, de manera funcional e independiente.
Autor: José Miguel Martínez Gázquez, Psicólogo especialista en Neuropsicología Clínica.